Revista cultural de la zona centro del Estado de México

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El ocotito marzo 2010

Correo

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Los correos recibidos de nuestros lectores se han editado por razones de espacio.

Agradecemos su comprensión y les reiteramos nuestra invitación a

mantener este diálogo.

El Ocotito.

A quien corresponda:

...También les quiero preguntar cómo se podría colaborar con su publicación, ya que siempre me ha gustado escribir y cuando estudié en la Universidad tuve

publicaciones en el periódico de la

Facultad.

Espero sus comentarios o que me

permitan mandarles un escrito.

Se despide su servidor:


Jorge Trejo

Deberían de preguntarnos algo, que nos hiciera investigar para adentrarnos en el fantástico mundo de leer, y no solo "copiar/pegar" ya que si estos compañeros

hubieran leído detenidamente el articulo, verían que ahí mismo venía la respuesta, y por lo general las respuestas vienen en otras ediciones para tener continuidad y estar al pendiente de la revista en sí, algo así como las mil y una noches , esperar hasta el siguiente numero para hacerlo más emocionante.

Ahí te envío unas palabras a ver que te parecen , gracias.


Alejandro Cárdenas Serrano.

“El tuno enmascarado”

Texcalyacac, Méx.

¿Por qué no entrega los libros el Barón Ficción?


S. Aline Solano Ruiz.

Ocoyoacac, Méx.

Por cierto, qué chida intención al hacer circular ideas y piensos de

quienes siguen en el movimiento

cultural a pesar de las adversidades..... (MALDITOS BURÓCRATAS QUE NOS GOBIERNAN).


Gabriel González.

Ocoyoacac, Méx.

Editorial

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En un alma llena cabe todo

y en un alma vacía no cabe nada

¿quién comprende?

Antonio Porchia.

Se propuso, todos juntos en charla de café, un jueves o viernes; quien fumaba, quien no, quien comenzó a temblar tras la segunda

taza de estimulante, quien revisaba su

notebok, quien escribía a mano

distraídamente mientras seguía con la

mirada el paso de la mesera.

Los argumentos por los que sí: variopintos. El motivo: preparar el número de marzo del

Ocotito. El tema: la ausencia. El final de la

reunión: nos va a faltar espacio. Qué

importa, después lo abordamos de nuevo.

Mejor.

Así, chamacones, es como llegamos a conformar el número que están

leyendo. La premisa es la ausencia. ¿Ausencia de qué?, se preguntará el

avezado lector y la respuesta también la tiene el preguntón.

Si buscamos, cada uno de nosotros somos parte de una ausencia o del

contenido de ella, asunto humano al fin de cuentas y ¿de qué ausencias, el honorable Ocotito puede hablar?

Esa, mi pequeño saltamontes, es la pregunta correcta.

Las que competen al Ocotito son la derivadas de los asuntos culturales: ya la ausencia de programas oficiales, ya la falta de sensibilidad, ya la

ausencia de cartas de amor de curso legal ($$$), ya la ausencia de tiempo, y el reloj tras de nos para cerrar la edición.

Y como una ausencia implica tener espacio a utilizar, aquí nuestra propuesta para des-ausenciar. No queremos tapar huecos, sí llenar vacíos.

Disfruten las siguientes páginas y nos leemos en el siguiente número.

El Ocotito,

que siente como que le falta algo, pero no sabe muy bien qué.

Barón Ficción

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El Barón Ficción y ese asunto de la ausencia

Me gustas cuando callas porque estás como ausente…

Pablo Neruda.

Viendo entonces el hueco en mi sombrero, me sorprendí de su gran capacidad. Sucede que no podría usarlo si no estuviera hueco; lo sujeté a mi cabeza y bajé del Cobalto para dar una caminata. Al observar mi dirigible detenidamente llegué a la misma conclusión: de no ser por su espacio vacío no me sería funcional para tripularlo y vivirlo, así mismo no podría introducirle el gas y el poder mental que lo mantienen en el aire.

Pero entonces fui un poco más allá, mientras caminaba y llenaba de aire el espacio vacío de mis pulmones y pensé: pensé que el vacío no es lo mismo que la soledad, la soledad no es lo mismo que la ausencia; ausencia no es lo mismo que hueco y todo ello no es lo mismo que nada. Sin embargo todas éstas nos son necesarias. Y es que gracias a la ausencia de luz conocemos la oscuridad, pero eso no significa que todo lo que no vemos no se encuentre ahí; para algunos seres vivos la oscuridad es otra herramienta de caza, de tranquilidad.

La ausencia sirve a la música, pues ésta es un conjunto de sonidos y

silencios en armonía, silencio como ausencia de sonido. Metí las manos a los bolsillos de mi blazer y busqué entre su espacio vacío hasta encontrar un ejemplar de esta revista. ¡Y ahí fue donde sucedió la anagnórisis! Pues resulta que esta revista había nacido con nada y de una empresa que había salido de la nada, ambas sin material o con ausencia de éste, pero ahora había resultados tangibles.

-Mira pues- pensé: -qué aquí también está la ausencia y muestra su utilidad.

Recordé que hace unas cuatro, cinco o seis décadas, durante mi paso por Japón (¿Qué edad tendría yo? ¿dos o tres milenios, siglos más, siglos menos?) sus habitantes se enfrentaban a una creencia: un tal Thomas Malthus era el hombre cuyas ideas dominaban en la economía global, y él había explicado hacía más de un siglo antes el concepto de los recursos limitados; a resultas todo en este mundo habría de acabarse algún día. La economía,

como la conocemos, había nacido, pero eso a Japón lo tenía en problemas, pues para ellos no funcionaba esa economía, ya que, al carecer de recursos naturales, pues simplemente era como si ya estuviera en el final del modelo impuesto por Malthus. De

verlo así, estaban en un mundo donde ellos eran exageradamente pobres. Pero llegó la filosofía a salvarlos,

escucharon a los monjes decir: -Un jarrón no sirve por la porcelana del que está hecho: sirve por el hueco en éste.- y así, los habitantes de aquel hermoso, caluroso, dinámico y tranquilo país pusieron manos a la obra aplicando lo que hoy se conoce en el mundo como “El principio de abundancia”. Pues sí, es a partir de la ausencia donde nacen las cosas, y Japón empezó a crecer ofreciendo cosas que no existían en lo material, sino en lo intangible. Ofrecieron su cultura, su disciplina, sus servicios y pronto un universo de información empezó a correr de Japón para el resto del mundo.

Faltaba más, era precisamente la ausencia la que los alimentaba y en ella empezaron a gestarse

infinidad de cosas que no cabían en nuestro mundo, algo así fue como se crearon los otros mundos que luego visito.

–Una potencia mundial- me dije. Japón es hoy una potencia mundial porque aceptaron la nada.

Miré El Ocotito de febrero, hecho en computadoras viejas -algunas ni siquiera de Ideosphérica-, con

papel reciclado (seleccionado) pero con contenidos (intangibles) de

calidad. Ya había crecido tanto desde su nacimiento, hace tan poco.

Me supuse que ya no era necesario imprimir con ausencia de color, ya podíamos darnos otro lujo.

David, Enrique y Edgar podrían aceptar mi idea de imprimir en

color vino.

Clonación

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Aníbal Eleno Villa, herpetólogo, entomólogo

La palabra Clonación proviene del vocablo griego Klon, que significa “retoño”, y se aplica a un conjunto de individuos que descienden de otros de manera asexual, por lo que son una copia genética idéntica de sus progenitores.

Este proceso es común a todos los seres vivos y existe desde la aparición de los primeros, puesto que fue la forma natural de reproducción de los seres más primitivos: desde las bacterias hasta un gran número de plantas.

Esta situación cambió hace unos 1,000 millones de años, a partir de la aparición de la reproducción sexual y aún así, gran parte del desarrollo celular (crecimiento) de las especies sexuales está basada en la clonación, con la diferencia de que nuestra carga genética es diferente a la de los organismos parentales.

Por otro lado, el proceso de la clonación ya en el área de la biología de laboratorio (genética, biología del desarrollo, entre otros) se basa en obtener réplicas de un organismo (generalmente sexual) o células del mismo con la misma información genética que el original (organismo madre). Este proceso ha impulsado el desarrollo de varias ramas de la biología, como lo es la medicina, la genética e incluso en materia de conservación, puesto que es una herramienta útil que puede evitar la extinción de algunas especies y acelerar algunos procesos de reintroducción de otras, tanto de animales como de plantas.

A lo largo de la historia hemos jugado con los genes, y provocado la clonación aun sin la intención de hacerlo. Esto ha sido posible gracias a que las plantas son organismos fácilmente manipulables, un ejemplo de ello ha sido la presión que hemos ejercido sobre el Agave Azul (Agave tequilana) llegando al extremo de que ya no hay variabilidad genética, y toda planta empleada para la producción del tequila no es mas que un clon.

Claro que la clonación de los animales es mucho más compleja, ya que se obtiene sin la aportación de los dos gametos (espermatozoides u óvulos); la fecundación es sustituida por la fusión, bien de un núcleo tomado de una célula somática del individuo que se quiere clonar o biende la célula somática misma, con un ovocito desnucleado, lo cual dificulta el proceso y por ello sólo se puede lograr en laboratorios.

El trabajo de clonación en animales ya lleva muchos años, el primer animal nacido por esta técnica fue una rana de laboratorio (Xenopus sp.) en 1952 en Estados Unidos, gracias a los Biólogos Robert Briggs y Thomas King. Sin embargo, el caso de mayor impacto para la sociedad ocurrió el 5 de julio de 1996, cuando nació Dolly, el primer mamífero clonado, la prueba fue anunciada en febrero de 1997. Este trabajo fue hecho por un grupo de genetistas guiado por Ian Wilmut del instituto Roslin en Escocia. Dolly, idéntica en apariencia a su madre, (una oveja Finn Dorset, de la cual se obtuvo una célula somática de la glándula mamaria) no es en sí un clon exacto, debido a que sólo se empleó el ADN del núcleo.

La clonación ha sido objeto de mitos populares, incluso han sido llevados al cine y generado la creencia de que estamos cerca de conseguir la inmortalidad. Se dice incluso que la clonación atenta contra las leyes de la propia naturaleza y de dios, ello ante la falsa creencia que clonar a un humano sería tener a otro idéntico en todos los sentidos, no sólo en el genético.

Aun así, la clonación nos ha dado grandes avances, no sólo en la investigación, sino también en la medicina, donde hoy en día podemos implantar tejidos sanos creados con base en la clonación. El tratamiento de las células madres para enfermedades como la leucemia o el Mal de Parkinson; también nos ha permitido el mejoramiento genético de las plantas, así como una mayor comprensión de muchos ciclos biológicos de organismos de diversa índole.

Por tanto, no tengamos miedo de los avances que nos da la ciencia, sólo cuidemos que sean empleados con ética.

¿Te surgió una duda? ¿Tienes alguna aclaración o comentario acerca de este artículo o del ambiente en general?, escríbenos, cualquier miembro de HEMAC les contestara en el siguiente correo:

humanismoecologicomazatl@gmail.com.

Año Internacional de la Biodiversidad.

Gracias a Biodiversidad Virtual

México

  • (www.biodiversidadvirtual.com)

Narcolepsia

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Industria cultural y web 2.0

Alejandro León Meléndez


Apresurado por las voces de la conciencia, la amistad y el editor, escribo este texto. Práctica común de muchos texticulistas: dejar la redacción hasta el último momento. Uno de los muchos clichés alrededor del artista: sólo trabajo cuando descienden las musas hasta mí. Es por eso que en Ideosphérica procuramos usar otro adjetivo en lugar del de artista o el de creador (más divinizante que el primero): productor artístico. Pero eso es otro tema, y deberá ser tratado durante otro ataque narcoléptico.

Me acusaba de escribir este texto apresuradamente, pero el apresuramiento no es lo único que agudiza mi culpabilidad: durante estas semanas un proyecto ideosphérico está un tanto detenido. La versión digital de El ocotito. Excusas tengo y los coempresarios lo saben.

Aunque las excusas no son el tema aquí, me comprometo a que, aunque durante febrero no sucedió, esta columna podrá ser leída en versiones impresa y digital, en la página elokotito.blogspot.com.

Explico la culpabilidad: uno de mis argumentos durante las sesiones de trabajo ideospherizantes (también narcolépticas, para qué negarlo) es la necesidad de comprender a la Internet como opción primordial en la creación y desarrollo de una industria cultural. Los primeros conceptos empatan: cultura como sistema de símbolos e Internet como un mundo de símbolos. Sin embargo, en la práctica, las cosas no son tan sencillas. Todos conocemos proyectos que utilizan a la Internet como una ventana, por medio de blogs e incluso páginas completas. Algunas diseñadas por profesionales y otras, la mayoría, por el propio gestor cultural. Todos hemos sido víctimas del espam culturoso, esa larga cadena de correos electrónicos que nos invitan a acudir a una tocada, a una exposición, a la presentación oficial de El ocotito, por dar algunos ejemplos. Y, aunque todo el mundo dice que la Internet es la neta, en la vida real parece no funcionar. La comunidad a la que hemos convocado no se presenta o nadie visita la página que con tanto esmero hemos creado.

Las razones son muchas. Pero, como siempre he creído, las acciones deben partir de la comprensión, o por lo menos la homologación de conceptos, cuantimás en el caso culturero. Y uno de esos conceptos que debemos tener en mente es el de web 2.0. Término más o menos reciente, que está tan de moda como en algún momento lo estuvo el de empresas punto com. Son como los platillos afganos: nadie sabe cómo se comen, pero todos sabemos que dan asco. O algo así.Y como El ocotito tampoco es esta empresa que ofrece lecturas digeridas, no pienso explicarles lo que esto significa. Baste con que los envíe (si estás en el blog nomás apachurra en el enlace, pero si estás en la versión impresa transcríbelo en el navegador de tu preferencia) a la siguiente dirección: http://www.redinterlocal.org/Industrias-Culturales-basadas-en, y descarga el archivo adjunto.

¿Y por qué habrías de leerlo? Bueno, pues es el resumen de un estudio de David Casacuberta, y equipo de investigadores, auspiciado y editado, al menos en su versión digital, por el Banco Interamericano de Desarrollo (el BID por sus siglas en español) y que entre sus asesores tiene al barcelonés Ramón Castells, especialista en comunidades virtuales y creador del concepto organización red tan mentado en los últimos años.

Este informe busca comprender errores y aciertos de las industrias culturales gestadas y creadas a partir de la web 2.0, en las famosas redes sociales distribuidas (ojo con el anexo de "distribuidas"). Además, ofrece un listado de las prácticas positivas, y analiza diez industrias culturales en América Latina (ojo con esto último) que han obtenido lo que buscan: ganancias en el ámbito cultural (ojo en las ganancias).

¿La trampa? Casi ninguna. Bueno, sí: para obtener el informe hay que pertenecer a una red social distribuida: Red Interlocal. Aunque acceder a esta y otras obras sea gratuito, casi siempre nos da miedo o pereza o soberbia darle click en: sí, quiero ser parte de esta red social.

Una última cosilla, nomás para picar la costilla: según especialistas al correo electrónico le quedan 10 años de vida. Incluso en la actualidad, el correo electrónico, entre los más jóvenes, ya no goza de buena salud. ¿Qué sigue? Las redes sociales distribuidas.

Los dejo con besos y apapachos de letras: ahora es mi voz la que me apresura a ir a dormir: ya escribí, ya incidí, ya no me hallo aquí.

¿Qué leer?

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El libro de la imaginación

Edmundo Valadés

(Guaymas, Sonora, México, 1915-1994)

Editorial Fondo de Cultura Económica (México)

Edmundo Valadés, escritor sonorense, editó la revista El Cuento junto con Horacio Quiñones desde 1939. Luego de una prolongada pausa logró imprimirla, aunque no de manera constante, desde 1964 hasta 1999. En ella ofreció un

espacio a los cuentistas más importantes del país y, al mismo tiempo, dio a conocer a otros hasta entonces desconocidos.

Hijo consecuente de la revista El Cuento, El libro de la imaginación muestra en poco más de doscientas páginas una colección de cuentos breves, algunos de solo dos líneas de extensión, en los cuales brillan la malicia, el sarcasmo y la sorpresa más intensas y

deslumbrantes.

El Libro de la imaginación es nuestra recomendación de este mes. Estamos seguros de que en sus páginas habrá al menos un texto que dejará satisfecho a cualquier lector.

La columna invertebrada

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De aquellas ausencias

jegh

El vacío es importante porque existe, al mismo tiempo, la posibilidad de llenarlo.

Víctor Manuel Camacho.

Circula en internet un correo-cadena, uno de esos textos edulcorados, equivalentes a los carteles de florecitas y frases de encomio llamados pomposamente “mensajes de superación”. Este correo-cadena utiliza una premisa tomada de la física y con ella desarrolla un discurso enredado en torno al bien y el mal. No me tomaré la molestia de rebatirlo, pues como toda falsa premisa, es indemostrable; pero sí recuperaré su tema principal, la ausencia.

El frío no existe, lo que llamamos “frío” es ausencia de calor. El calor es una forma de energía y su aumento o disminución determinan que afirmemos que “hace frío” o “hace calor”.

De la misma manera, la oscuridad no existe. La iluminación es resultado de otra forma de energía –energía lumínica- y Newton demostró hace tiempo que la luz blanca está completa por siete colores, entre los cuales no se encuentra el negro. El color negro es la ausencia de color.

Ausencia proviene del latín absentĭa (por cierto, el nombre femenino Inés también significa ausencia). El diccionario dice que la ausencia es la falta de alguien o de algo en el lugar en el que debería o podría estar. También se le llama ausencia a la pérdida momentánea de la memoria o de la conciencia.

La ausencia es una condición necesaria en la diaria contradicción de la vida: para llenar un espacio debe haber una ausencia, aunque no siempre es fácil entenderlo: la existencia de personas comprometidas con el arte, con la justicia y con la razón es cada vez más necesaria en una sociedad como la nuestra, donde la ausencia de compromiso, de conciencia, nos mantiene en un estado constante de incertidumbre.

Carlos Montemayor fue un hombre comprometido con el arte, con la justicia y con la razón , es por eso que se resiente, se resentirá siempre, su reciente ausencia.

Atisbos

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Objetos perdidos

Obra plástica de Mariana Gasca

De acuerdo con algunos críticos, Mariana Gasca es una artista cuya obra no pasa desapercibida. Los colores que emplea, la combinación minuciosa de texturas y volúmenes, la sensación de zozobra que despiertan sus creaciones son unos cuantos detalles que sugieren el activo mundo interno de la creadora.

Para ella, en cambio, pintar es una experiencia más cercana al juego que a la solemnidad, muestra de ello son los trabajos que presentamos a consideración de los lectores.


Desde el taller

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Eduardo Gutiérrez Espinoza, músico.

La música fue una llamada clamorosa a la que Eduardo no pudo desobedecer y así, desde muy joven, su destino quedó escrito.

En el Conservatorio de Toluca estudió la especialidad en piano, más adelante consiguió dominar las técnicas del violín, flauta dulce, el clarinete y el cello, habilidades que le han permitido compartir sus conocimientos a lo largo de cinco años.

Tengo alumnos de varios niveles. Hay alumnos que iniciaron conmigo y ahora estudian en Bellas Artes, comenta.

Para Eduardo no existe un género musical preferido: música folklórica, sones oaxaqueños, música latinoamericana y varios otros géneros llenan su universo auditivo. -Escucho de todo,pero no todo. A veces me dedico a escuchar a un compositor determinado por temporadas. Actualmente estoy escuchando música barroca, sobre todo a Telemann.

Músico y formador de músicos, Eduardo formó los grupos de flauta dulce que han representado al taller de música del Centro Regional Cultural de Ocoyoacac en diferentes festivales.

-Más que estudiar en el aula, uno estudia con los alumnos.

Eduardo Gutiérrez Espinoza imparte el taller de piano todos los jueves en el Centro Regional Cultural de Ocoyoacac.

¿Qué ver?

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A partir de un lenguaje narrativo extraño (que no nuevo: Corre, Lola, corre; Memento), Irreversible nos cuenta en reversa la búsqueda de una venganza fresca, de un humanismo perdido en la noche parisina, de una relación amorosa tripartita y básica.

Violenta, rápida, áspera, con un reparto encabezado por Mónica Belluci (en una de sus actuaciones quizá más sufridas), Irreversible nos arrastra a atestiguar algunas de las posibilidades de comportamiento que las personas llevamos escondidas.

Muy recomendable.

D.C.


Dirección Gaspar Noé

Producción Christophe Rossignon

Música Thomas Bangalter

Fotografía Benoît Debie Gaspar Noé

Montaje Gaspar Noé

Reparto

Mónica Bellucci
Vincent Cassel
Albert Dupontel
Jo Prestia
Philippe Nahon

País: Francia Año 2002 Duración 97 minutos

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